Archivo mensual: febrero 2010

Estrenamos web en The Glutton Club

Damas y caballeros, estimados lectores, amigos asistentes a los saraos, distinguida nobleza, pueblo soberano, H.M. Queen Elizabeth II,

Hoy, 24 de febrero de 2010, vuelve a ser un gran día para todos los amantes de la buena vida y muy en especial para The Glutton Club. Tras varios meses de arduo e incansable trabajo, ha llegado la hora de presentar la nueva cara de The Glutton Club ante el más respetable de los públicos.

Tienen ante sus ojos una nueva obra del Gran Almirante Ignacio de Rodríguez, que ha estado dirigiendo la expedición de esta nueva página web. Así pues, en esta nueva singladura volveremos a contar con su virtuoso don de plasmación de las más extrañas y estrambóticas ideas de Sir Anthony Worldgate, Marquis von Altafulla y Count van der Maza, a los que además se han unido el Duke of Lapice y el Marquess of Plazaola, en un gesto que además de honrarles les pone en el punto de mira del loquero más próximo.

Para aquellos pobres desdichados y desnortados que no hayan oído hablar de nosotros, les debemos decir que esto no es más que una reacción a la necesidad de ahondar en los conocimientos y sabiduría de la cultura gastronómica. Como ya dijimos cuando presentamos esta asociación de vividores, allá por noviembre de 2009:

El objetivo principal de The Glutton Club es crear y desarrollar un grupo de gente apasionada en torno a todos los aspectos de la gastronomía (en sentido amplio, cultural) y con la vocación establecer una relación dinámica desde lo social a lo gastronómico y viceversa.

Como nos gusta comenzar la casa por los cimientos entederán que esto es un proceso laborioso que nos llevará a la salvación del mundo y cuyo peaje será el aumento corpóreo (moderado o acelerado). Para ello iremos dando buena cuenta de nuestras siguientes andanzas e iremos dando contenido a la web que tienen delante. Empero, como esto se trata de un periplo grupal para goce y disfrute de nuestro espíritu, sepan que no sólo contamos con nuestros inmensos egos para disertar y pontificar y confiamos en la aportación y colaboración de quienes tengan a bien sumarse a esta batalla y narrar de primera mano sus experiencias gastronómicas. La valentía de dar un paso adelante será recompensado con un título nobilirio a la altura del ilustre personaje.

Otro de los pasos fundamentales que daremos en The Glutton Club en los próximos meses consistirá en la creación de una asociación cuyo proceso tediosamente burocrático ya hemos puesto en marcha. De esa manera intentaremos abrir la puerta al mayor número de personas e instituciones posibles.

No quisiéramos concluir el artículo sin invitarles a la cata comentada de vinos DO Rías Baixas que dirigirá el inefable sommelier de Akelarre, Anartz Fernández, en la insigne Cofradía Vasca de Gastronomía. Eso será mañana, jueves 25 de febrero, a las 20:00.

¡Nos vemos en la cata y en los siguientes saraos!

¡Un placer que nos conozcan!

Crédito fotográfico: The Glutton Club

Este post fue publicado en The Glutton Club

Locura de caricaturas, by Pernan

Pernan Goñi es de esas personas a las que denomino salsera. Pernan está en todas partes y podríamos denominarlo como Dios laico (¡AK!).

Trajimos a Pernan al Pintxos&Blogs de enero para que nos hablase de sus aventuras en diversos proyectos culturales y además de pontificar sobre la libertad durante una hora exacta se dedicó a hacer caricaturas de algunos de los presentes, entre los que tuve el honor de encontrarme.

Como suelo acostumbrar, pedí a Pernan que escanease las hojas para que yo las subiese junto al resto de las fotos. Así lo hice, subí y etiqueté a la gente de las caricaturas… y además me puse en mi perfil de Facebook y Twitter la caricatura original en boli: ¡fui el primero del orbe, aaaaaaaaaaaaaaak!

Y el milagro obró. La gente comenzó a preguntar, a interesarse, los suertudos del comienzo se pusieron la caricatura hecha a boli y otros comenzaron a pedir una caricatura: «¿y yo? ¡Yo también quiero!». Total que se advino la locura y Pernan se convirtió de la noche a la mañana en competidora de Dreamworks con su blog Caricaturas a lo loco.

En ese cambio drástico, a los de la primera tanda nos pasó a color y así, colorados, nos hemos quedado.

Ahora parece que hasta el mismísmo Obama le va a pedir una caricatura al gran Pernan. Pero tendrá que dar un donativo porque no estuvo hábil y ya no está entre los primeros 100 afortunados, porque ya hay más de 130 caricaturas.

Hoy en día Pernan está situado en el puesto número 4 de las personas más influyentes del mundo según Forbes, pero algunos tenemos el privilegio de tener línea directa con él.

¿Quieres tener tu caricatura? Sigue estos pasos.

Unión Monetaria Europea o de la soberbia política

Alberto Recarte

Me he leído el artículo La Unión Monetaria Europea: un proyecto peligroso, incompleto y precipitado, que Alberto Recarte publicó el 3 de septiembre de 1997 en A favor y en contra de la Moneda Única (Fundación Argentaria) y que ha vuelto a reproducir en Libertad Digital.

Ruego encarecidamente la lectura del artículo pues como en todo lo que escribe Recarte se expresa de manera exacta y clara.

A continuación destaco ideas esenciales de la introducción que ha añadido.

La economía española está condenada, salvo una catástrofe política, a hacer las reformas. Y las reformas se harán, aun a costa de un desempleo enorme, de la reducción de las transferencias sociales a partir de 2011, de la desaparición de las inversiones públicas en infraestructuras y de la congelación o disminución nominal de los salarios de la mayoría de los empleados del sector público y del privado.

Casi nada de lo que nos está ocurriendo es un accidente. Los riesgos del euro sin reformas eran conocidos. Por los europeístas y por los euroescépticos. Las declaraciones de Roubini no añaden nada a lo que ya sabíamos. Lo que no era previsible el 1 de enero de 1999, fecha de la entrada en vigor de la Unión Monetaria Europea, era una política monetaria tan alocada como la de Greenspan en la Reserva Federal y que el Banco Central Europeo y los otros bancos centrales le siguieran en la relajación de las normas de control y regulación de los respectivos sistemas financieros. Tampoco era previsible ni que, con la misma política monetaria en el área euro el crédito creciera el 8% anual en Alemania y el 18% en España, ni el tamaño de nuestra burbuja inmobiliaria. Esa política monetaria laxa, de desregulación y descontrol, es la que ha desencadenado la gran recesión, junto con la manipulación del tipo de cambio de sus monedas por parte de China y de otros países asiáticos.

Pero ahora estamos hablando de otro problema. Ahora lo que se plantea son las dificultades específicas de países como Grecia, Portugal, España, Irlanda e Italia, integrados en el euro, para salir de la crisis. Precisamente por las dificultades que tienen para ser competitivos, lo que nos obliga a todos a reducir precios y salarios sin devaluar. Ese era el problema de la Unión Monetaria Europea para todos los países miembros antes de que entrara en vigor. El temor de los euroescépticos españoles de aquel momento era que si la economía española perdía competitividad habría un momento en que dejaría de crecer. El temor era que una misma política monetaria europea fuera inapropiada para unos o para otros. El temor era que nuestro Gobierno no hiciera las reformas necesarias.

La última advertencia de Recarte la suscribo de comienzo a final.

No pretendo recordar que lo que nos está pasando tenía una probabilidad elevada de ocurrir en 1997, hace 13 años, sino llamar la atención al Gobierno y a la oposición, a los sindicatos y a la patronal y a cualquier español interesado en nuestro futuro de que estamos en el euro por una decisión política compartida por la inmensa mayoría de los partidos y que las reformas pendientes, que también son decisiones políticas, deberían también adoptarse por aplastante mayoría.

Crédito fotográfico: Sir Anthony Worldgate

La gran evasión

Desafortunadamente no me refiero a la recordada película de John Sturges. Uno no sabe si se le queda cara de gilipollas cuando lee noticias en las que el Catedrático Plenipotenciario en Asuntos Económicos, Pepiño Blanco, denuncia un complot contra España o si, por contra, ya teníamos la cara de gilipollas bien dibujada y delineada por nuestro ADN y Blanco, simplemente, se aprovecha de eso. Lord Brennan ha tenido que salir a poner los puntos sobre las íes.

La estampida sufrida por la bolsa española así como el repunte del riesgo-país son consecuencia de un tipo de democracia que los gobiernos locales no controlan: la democracia del dinero. Piensan, con acierto, nuestros políticos que el derecho de pernada se puede ejercer con el mercado cautivo de votantes y en cierta manera es lo que pasa en una democracia cuatrienal y pueril como la española. Afortunadamente para las personas hay ámbitos donde eso no ocurre y cuando uno se dedica a malgastar el dinero de todos, cuando se dedica a apagar fuegos, cuando decides no tomar una sola medida sería para abordar la Gran Recesión, en definitiva, cuando uno es un chapucero y además alardea, el inversor con dos dedos de frente coge y se lleva la pasta a otro lado. Y si se queda, te cobra el doble porque no se fía ni un pelo.

La economía y la vida son un juego (in)consciente de incentivos. En los países bananeros los políticos cobardes no quieren tomar medidas preventivas que les resten votos (algo lógico, por otra parte). Luego, en plena crisis, hablan de complots y conteburnios que dan muerte a Manolete. Y los ciudadanos, bananeros, bloquean todo intento de mejora.

Pensiones, debates y libertad

Algunos no pararemos nunca hasta conseguir que el nivel de los debates sobre cualquier tema, pero sobre los de política económica en particular, sean homologables al resto de los países civilizados de Europa. En ello va nuestra nuestra libertad como ciudadanos o el camino relajado hacia la tiranía.

Es fundamental contrastar diferentes argumentos de gentes que aun pensando diferente hacen un razonamiento y plantean propuestas de calado. Y lo mínimo que podemos hacer los ciudadanos es hacer de amplificadores de aquellos que intentan mostrar con argumentos bien sólidos sus planteamientos. Además, no olvidemos que están en juego los frutos futuros de nuestro trabajo presente, los ahorros.

Hoy os paso dos piezas que me han interesado de entre la vorágine que está causando la propuesta de reforma del sistema de pensiones públicas.

El primer texto es del ex-ministro de Administraciones Públicas y economista Jordi Sevilla (1956), que ha escrito lo siguiente en su blog:

Propongo una transición a veinte años que vaya reduciendo las actuales cotizaciones sociales a la vez que se crea e implanta un IMPUESTO GENERAL SOBRE EL GASTO vinculado al IRPF y a Sociedades y cuya base impositiva sería la diferencia entre lo ingresado cada año y lo ahorrado. Es decir, un impuesto sobre el gasto. Por otro lado, todas las pensiones se irían unificando en una sola cuya cuantía sería diferente en función de un número de variables que pueden incluir años trabajados, salarios percibidos o estado de necesidad.

El segundo texto escrito en Libertad Digital es de José Barea (1923), catedrático emérito de Hacienda Pública de la Universidad Autónoma de Madrid y persona que ha sido consultada y, acto seguido, apartada sistemáticamente por todos los Gobiernos de España a los que ha servido por decir verdades como puños y atreverse a hacer análisis certeros. 

A mi juicio, la reforma debería consistir en:

  1. Alargar la edad de jubilación forzosa a los 70 años
  2. La base reguladora para calcular el periodo de contribución se extendería a todo el periodo contributivo
  3. El porcentaje que ha de aplicarse a la base reguladora para calcular la pensión sería proporcional al número de años cotizados
  4. Todos los regímenes de la Seguridad Social deben tener la misma presión contributiva, es decir, que la suma de las cuotas del trabajador y del empresario representen el mismo porcentaje de la base reguladora.
  5. Supresión de las jubilaciones anticipadas.

Mientras tanto, a nuestros políticos no les afectará la reforma y cobrarán la pensión máxima con 7 años de cotización. Total, ¿por qué les iba a afectar?